"Con el nuevo decreto se pretende que Cataluña sea el lugar más accesible del mundo"

Marta Segura, directora general la Autonomía Personal y la Discapacidad del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Cataluña

¿Cuáles son los déficits principales en cuanto a la autonomía personal y a la vez los principales objetivos desde esta secretaría general? ¿Cuáles son los grandes retos?

El gran reto al que nos hemos enfrentado durante estos dos años ha sido, por un lado, poner sobre la mesa más recursos para las personas que lo necesitan, tanto desde la perspectiva de la dependencia como para la discapacidad o la problemática social derivada de la salud mental. Cada persona tiene unas determinadas necesidades y hay que ver cómo podemos llegar a satisfacerlas, tanto ofreciendo más recursos residenciales (ha habido un esfuerzo con el incremento de número de plazas), como de reduciendo el tiempo asociado a las valoraciones de la dependencia, para poner dos ejemplos. Pero, a la vez, hemos trabajado para la desinstitucionalización o para promover la vida en comunidad. El recurso residencial no siempre es el que se desearía, puesto que normalmente la gente, si se le pregunta lo que quiere, la respuesta es 'poder vivir en casa', y de aquí la voluntad de desinstitucionalización y de poner sobre la mesa herramientas para que la gente pueda quedarse en casa el máximo tiempo posible. Se nos han quedado muchas cosas en el tintero por la convocatoria de elecciones como, por ejemplo, el decreto de la asistencia personal, que es uno de los elementos fundamentales.

¿En qué se basa exactamente este decreto?

Despliega el modelo de la asistencia personal en Cataluña. Actualmente, solo existen algunos pilotos, uno de ellos en el ámbito de la ciudad de Barcelona y para personas con discapacidad física. Nosotros, este año, hemos puesto en marcha un piloto de asistencia personal para niños, adolescentes y jóvenes con TA (trastornos del aprendizaje) o con discapacidad intelectual. En este sentido, hemos destinado a las entidades un presupuesto de 1,6 millones de euros de ‘Loterías de Cataluña’, y ahora hay seis entidades que se han presentado a esta convocatoria de subvenciones. Se está haciendo un seguimiento y evaluación de los indicadores que sirven para hacer el despliegue de este decreto que regulará la asistencia personal.

La salud mental cada vez muestra cifras más altas de afectados y cada vez tenemos más necesidades ante una población más envejecida. ¿Estos dos factores son los que más marcan el futuro de las necesidades de la autonomía personal y la discapacidad?

Claramente. La prevalencia de la población mayor que tiene unas necesidades vinculadas al hecho de envejecer y de la pérdida de la autonomía es uno de los retos que tenemos que afrontar. En la última encuesta que ha hecho el CEO (Centro de Estudios de Opinión), ante la pregunta de si se prefiere tener servicios de ayuda en casa o ir a una residencia en caso de falta de autonomía, los encuestados optan por la primera opción. Por lo tanto, la solución, a la vista que la población mayor se doblará de aquí al 2040, no implica crear más plazas residenciales, sino buscar las alternativas para que la gente pueda quedarse a casa. Y este envejecimiento de la población en general es una buena noticia para las personas con discapacidad porque antes la esperanza de vida en las personas de este colectivo era más baja.

Y en cuanto a la salud mental estamos alineados con la estrategia que está llevando a cabo el Departamento de Salud.

No hablamos de la accesibilidad como una necesidad únicamente de las personas con discapacidad, sino que entendemos que la necesidad de accesibilidad afectará a todas las personas en algún momento de nuestra vida.

Hablamos constantemente del sistema catalán de discapacidad y autonomía personal. ¿Qué tiene de particular?

En Cataluña reforzamos mucho el papel comunitario y el papel de las administraciones locales con la oferta de determinados servicios. A diferencia otras comunidades autónomas, aquí siempre hemos sido más municipalistas y en el ámbito de la dependencia siempre se nota. Tenemos 107 áreas básicas de servicios sociales distribuidas en todo el ámbito catalán que son de competencia municipal, o del Consejo Comarcal.

¿Qué supone la publicación del nuevo código de accesibilidad?

Es una norma muy compleja. El decreto que genera el código de accesibilidad emana de la ley 13/2014. Por tanto, se ha tardado nueve años en elaborar este código por dos razones: se ha querido regular la accesibilidad en todos los ámbitos de la ley en un único decreto y, por otra parte, se han querido encontrar consensos y equilibrios ante el conflicto de intereses, ya que existen también los sectores económicos que deben adaptarse a la nueva situación.

¿Y qué es lo que pretende el decreto?

Que Cataluña sea el país más accesible del mundo. En este sentido, hemos avanzado mucho porque la intención es lograr una accesibilidad universal y que nuestra sociedad sea plenamente accesible. Y esto supone ampliar el foco. No hablamos de la accesibilidad como una necesidad únicamente de las personas con discapacidad, sino que entendemos que la necesidad de accesibilidad afectará a todas las personas en algún momento de nuestra vida. Se incluye, por tanto, la accesibilidad cognitiva y comunicativa. Una persona que está perfectamente de salud, pero que se vuelve sorda, tiene problemas de accesibilidad comunicativa y a veces esa sordera aísla más que una demencia. Por tanto, identificamos todas estas situaciones en las que se debe intervenir para conseguir esta accesibilidad de carácter universal.

El código es complejo, tiene 199 artículos

Son casi 400 páginas de decreto, pero para simplificar, cabe decir que, en primer lugar, afecta a todos los espacios de nueva construcción y supone que se introduzcan mejoras en las condiciones de accesibilidad. Esto no es problemático, porque en los edificios de nueva construcción, la nueva normativa no encarece. Por otra parte, también se impulsa la transformación de las construcciones ya existentes, incluyendo el tema de los ajustes razonables en los que se admite que no se pueda conseguir el reconocimiento del acceso universal al tratarse de construcciones antiguas, pero se buscan soluciones alternativas para poder hacer el espacio lo más accesible posible. En los casos de los ajustes razonables se marcan plazos de 1 a 3 años para eliminar determinadas barreras, y en los casos de entes locales se dan unos plazos de entre 8 y 15 años de margen en función del establecimiento. El margen temporal va en función también de la dificultad. Y el tercer gran bloque es el que afecta a la accesibilidad comunicativa y cognitiva. Hacemos que se tenga más en cuenta a las personas con dificultades de carácter sensorial o cognitivo.

Si se hacen las cosas bien, ¿se ofrece un distintivo de calidad?

El nuevo código incluye que se pueda acceder a tener un distintivo de accesibilidad universal y que se pueda premiar a aquellos espacios donde se estén haciendo las cosas bien. Como departamento, nos comprometemos a que existan unas líneas de financiación que permitan a los sectores adaptarse a estos requisitos de accesibilidad. En este sentido, se está realizando también una campaña muy proactiva de difusión dentro de la propia Generalitat y entidades locales. También se están organizando procesos formativos y trabajando la comunicación clara del código, con documentos que simplifican la información.

 

Marta Segura, Directora General la Autonomía Personal y la Discapacitat del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Cataluñaa