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"El feminismo tiene que ser inclusivo con la discapacidad o no será"
08/05/2024
Carme Garrido es secretaria y referente de igualdad, feminismo y voluntariado de la Federación Ecom, un movimiento impulsado por personas con discapacidad y que trabaja para conseguir una sociedad inclusiva. Además, Garrido preside la asociación Entretots, entidad que trabaja en el mismo sentido en Cataluña.
Un 16% de la población femenina sufre una discapacidad, de hecho, un 60% del colectivo son mujeres y a pesar de ser un tanto por ciento tan elevado, ¿crees que hay suficiente conciencia de la problemática que sufren las mujeres y niñas con discapacidad?
No la hay, y las cifras hablan. Yo misma tengo una discapacidad a consecuencia de una polio sufrida a la edad de quince meses, una enfermedad degenerativa que te hace perder capacidades y que en el 80% de los casos te puede provocar una segunda fase que es el síndrome post-polio. Yo desgraciadamente tuve la primera y la segunda fase, esto me impide tener una jornada laboral y actualmente soy pensionista. De hecho, el 77% de los receptores de pensiones no contributivas somos mujeres, es decir, la mayoría de las pensiones más exiguas son las que recibimos las mujeres.
Además, pocas mujeres de este colectivo tenéis un cargo representativo en la sociedad.
Solo un 30%. Y si nos movemos en el ámbito laboral, las mujeres con discapacidad cobramos una media de 3000 euros menos que los hombres con discapacidad.
En términos de pobreza, las cifras son muy preocupantes. Diez millones de mujeres con discapacidad están en riesgo de exclusión social.
Sí, y más de cinco millones no tienen ingresos económicos, ni por salario ni por prestación.
Estamos hablando de discriminación múltiple.
Ser mujer ya es una discriminación, y convivir con la discapacidad también, y aquí se pueden ir sumando capas. Dentro del mundo reivindicativo hay que incorporar esta mirada ínterseccional y sumarse a la erradicación del capacitismo y la discriminación múltiple que las mujeres con discapacidad sufrimos. Ahora hemos creado también el bloque feminista anticapacitista para ir juntas a las manifestaciones y unir esfuerzos para luchar juntas por nuestros derechos.
Hablas de capacitismo, pero la misma palabra es muy desconocida, poco utilizada en los medios y en la sociedad en general.
Es un término poco usado porque también está escondido. El capacitismo es como el racismo, pero en vez de no reconocer derechos por cuestiones raciales, es la exclusión y el no reconocimiento de derechos por tener una discapacidad. El feminismo tiene que ser anticapacitista o no será. Es importante recordar que la discapacidad no discrimina, se encuentra en todas las fases de la vida y de la sociedad.
¿Cuáles son las principales reivindicaciones?
Las mujeres y las niñas con discapacidad queremos ser escuchadas y participar con igualdad de oportunidades y toma de decisiones en todos los espacios públicos. Un derecho capital es la asistencia personal, que está reconocida por las Naciones Unidas desde el 2006 y en Cataluña el marco legal está definido por los criterios que derivan de la ley de promoción de autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia. El reconocimiento de este derecho de apoyo no solo tiene que ser técnico, sino también humano, de personal, para poder lograr esta autonomía, para poder liberar a la familia y que no solo puedan hacer de cuidadores. Actualmente, todavía se está pendiente de desplegar el decreto que lo hace viable y esta es una de las luchas. Falta convencimiento y voluntad política. Llevamos un programa piloto desde 2007, y estamos en el 2024. Vamos tarde.
Los cuidados a personas dependientes los siguen asumiendo principalmente las mujeres.
El 80% de estos cuidados los llevamos a cabo las mujeres, con discapacidad o sin. A veces en el mismo núcleo familiar conviven personas con dependencias. Las mujeres con discapacidad debemos tener los apoyos necesarios para nosotras, cuidadoras con discapacidad, y para los cuidados.
En cuanto a la violencia, ¿estamos hablando también de un segmento de población especialmente vulnerable?
El 13% de las mujeres que mueren asesinadas tienen un grado de discapacidad y el 23,4% de las mujeres con discapacidad, su discapacidad viene derivada de la violencia que han sufrido. Cuando hablamos de relaciones, de sexo, se nos ve como colectivo infantilizado, asexual, pero también se nos ve como la presa fácil para sufrir abusos. La misma vulnerabilidad nos hace ser objetivos fáciles. Hay que modificar la normativa de violencia de género para que se incluyan las violencias machistas que sufrimos las mujeres y las niñas con discapacidad.
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¿La sensibilización y la visibilización tienen que empezar en las escuelas?
La escuela inclusiva también está aprobada por ley, pero no se ponen los recursos económicos suficientes. Si una escuela es inclusiva debe tener los servicios asistenciales que hacen falta, como logopedia, enfermería, veladores... Es muy triste que el 2024 todavía tengamos escuelas que segreguen por carencia de recursos. Y en el caso de las niñas es más grave porque menstruamos y esto requiere un apoyo para atender la higiene personal. Por este motivo muchas veces se opta para sacarlas del centro y llevarlas a un centro de educación especial que atiende unas necesidades muy diferentes y no da ninguna calificación académica, es una atención social. La conciencia y la igualdad real tiene que empezar en las escuelas ordinarias tal cono indica la Convención de Naciones Unidas, con los apoyos necesarios.
¿Dónde encontramos la clave para poder mejorar?
Es un poco de todo, pero las entidades nos sentimos impotentes porque siempre nos encontramos con el mismo muro que es que no hay recursos. Se trata de trabajar la corresponsabilidad. Seguro que en nuestro entorno tenemos alguien con discapacidad. Todos estamos expuestos y, por lo tanto, la responsabilidad es de los gobiernos y de toda la sociedad. Es importante educar en valores, pero todavía lo es más ejercer estos derechos.
¿En qué hemos avanzado y en que hemos hecho pasos atrás?
Hemos avanzado en el sentido que tenemos más visibilidad y la accesibilidad es mejor. Barcelona tiene todos los autobuses con accesibilidad. Hay más sensibilidad ante la discapacidad en muchos sentidos, pero en los temas como la violencia hacia las mujeres hemos retrocedido. No sabemos si ha sido por las nuevas tecnologías y las redes sociales, pero hemos retrocedido. Es curioso y parece contradictorio, pero cuanta más información tenemos las personas se individualizan más. En el ámbito tecnológico sí que hemos avanzado; sin embargo, en el ámbito social queda mucho camino por hacer, y todos/as somos corresponsables, y somos cómplices o de capacitismo o de la igualdad y la inclusión. Cada cual ha de tomar conciencia de cómo actúa y qué actitudes continuamos permitiendo.
Carme Garrido, secretaria de la Federación Ecom y presidenta de la Asociación Entretots
Comprometidos con un futuro sostenible
Esta noticia está relacionada con los siguientes Objectivos de Desarrollo Sostenible definidos como prioritarios por Fundación CARES: