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“El PRL debe velar por la seguridad y la salud laboral de todo su personal”

28/05/2024

Manuela Brinques Martínez es jefe auditor en seguridad y salud laboral en la entidad auditora en prevención de riesgos laborales, Full Audit.

¿Las empresas tienen la obligatoriedad de incluir la discapacidad como variable en la gestión preventiva?

Sí, se tienen que tener en cuenta las características personales específicas de todos los trabajadores. En una empresa hay diferentes discapacidades y se tienen que valorar todas. En el supuesto de que se tenga que hacer alguna adaptación hay que tener claro que el riesgo del trabajo no se tiene que ver incrementado por la discapacidad del trabajador. Siempre hay que valorar si se tiene que hacer alguna adaptación concreta al puesto de trabajo teniendo en cuenta las dificultades específicas de cada trabajador.


¿Qué dificultades tienen los técnicos de prevención para abordar la discapacidad en su día a día?

Muchas veces la principal dificultad es la falta de información. Hay que preservar la confidencialidad y el estado de salud es una información muy sensible que no se puede usar sin el consentimiento de la persona. Cuando una persona entra a trabajar en una empresa se le tiene que informar de los riesgos que le supondrá su trabajo y, además, se le tiene que ofrecer un reconocimiento médico. El trabajador tiene la libertad de aceptar, o no, hacerse el reconocimiento. Un reconocimiento que le tiene que decir si es apto para su puesto de trabajo o apto con limitaciones. En estos casos, la empresa tiene que adaptar las tareas laborales a su estado de salud. Un embarazo, por ejemplo, es también una limitación, en este caso temporal, y requiere, a menudo, una adaptación específica.


Pero el diagnóstico del trabajador es secreto.

El médico no puede decir qué es lo que tienes, pero sí que puede decir qué es lo que no puedes hacer. Es a través de este reconocimiento médico que se pueden identificar estas necesidades. La dificultad más grande de los técnicos de prevención es, por lo tanto, tener la información y saber cuáles son las necesidades específicas de cada persona.


¿La accesibilidad en los centros de trabajo es una asignatura pendiente?

Sí. En Cataluña se ha publicado hace pocos meses el nuevo código de accesibilidad que aplica también a los centros de trabajo, pero hay mucho desconocimiento de la normativa. Este es el primer problema. Muchas veces se hacen mejoras puntuales de manera reactiva, en el momento en que se encuentran ante una necesidad concreta. Normalmente, no hay nadie en la empresa especializado en el tema. El nivel es muy bajo y normalmente la accesibilidad se asocia solo a la movilidad reducida, y no se piensa en la capacidad sensorial, es decir, visual o auditiva. Queda mucho camino por recorrer.


¿Cuáles son las adaptaciones más frecuentes en los puestos de trabajo?

Se hacen a la medida de las personas que trabajan. En el ámbito tecnológico ha habido muchos adelantos, por ejemplo, en discapacidad visual, con lectores de pantalla y la información sonora. También hay más sensibilidad hacia la subtitulación para la discapacidad auditiva. En el caso de los ascensores cada vez más se aplica el sistema de información con mensaje de voz y se aplican texturas para invidentes en los circuitos. Pero queda mucho recorrido.

Todas las empresas tienen que garantizar la igualdad de oportunidades y el pleno ejercicio de derechos a todos sus trabajadores y esto significa tener en cuenta las particularidades de cada uno de ellos. La prevención de riesgos laborales vela en este sentido por la seguridad y la salud laboral también de las personas con discapacidad. La prioridad, por lo tanto, es garantizar que todos los trabajadores tengan el mismo nivel de protección.


¿Y los protocolos de actuación en caso de emergencia en centros de trabajo con presencia de personas con discapacidad, se aplican?

Se deberían aplicar. Cuando se tienen personas con discapacidad hay que tener designada una persona de acompañamiento. Normalmente, se forman equipos de emergencia, equipos de evacuación. Pero hay muchas situaciones que se tienen que tener en cuenta. Por ejemplo, en caso de incendio no se puede usar el ascensor y, por lo tanto, hay que tener unas sillas especiales para evacuar por las escaleras. En el caso de tener alarmas, no pueden ser solo sonoras. Los equipos de emergencia se tienen que ir revisando porque se desactualitzan. Hay que sustituir a las personas que se van y que tenían un papel en la evacuación. En este sentido, los simulacros son necesarios para comprobar como funcionaría todo el protocolo en caso de emergencia real. Esto quiere decir hacer un recordatorio del recorrido, del punto de encuentro... Hay que tener presente el plan de emergencia y actualizarlo.


Por eso son necesarias las auditorías, porque detectarán los puntos débiles de la empresa en este sentido.

Sí, son muy importantes. De hecho, hay dos tipos, la de prevención de riesgos laborales, y auditorías de accesibilidad. Cualquier persona tiene que poder hacer uso de las instalaciones en iguales condiciones de seguridad y autonomía. Las indicaciones se tienen que poder interpretar fácilmente, con un buen juego cromático que facilite la visibilidad, con una buena ubicación, una buena señalética. Aquí entra el concepto de accesibilidad universal que debería de aplicarse siempre. Tenemos unos requisitos normativos, una mayor sensibilización y  muchos adelantos tecnológicos, pero todavía estamos en proceso de mejorar, hay mucho desconocimiento y queda, por lo tanto, mucho camino por recorrer.

 

Fotografia de Jordi Fernández, Psicòleg a Fundació MAP i especialista en sexologia clínica. Amb ell, vam parlar sobre sexoafectivitat i discapacitat en aquesta entrevista de Fundació CARES.

Manuela Brinques, jefe auditor en seguridad y salud laboral en Full Autit

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Esta noticia está relacionada con los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos como prioritarios por Fundación CARES: